1. Cortamos en rodajas de 2-3 centímetros de grosor nuestro pan preferiblemente duro (si es de un par de días mejor)

2. Batimos los huevos y los reservamos en un plato. Mezclamos la leche con el cacao (yo he usado cacao 0% materia grasa, pero podéis usar el que tengáis por casa o el que más os guste) y también reservamos. TIP: Si queréis preparar las torrijas tradicionales solo tendréis que quitar el cacao de la receta.

3. Calentamos una sartén con aceite y cuando esté bien caliente empezamos a pasar las rodajas de pan primero por la leche, dejando escurrir, y después por los huevos introduciendo luego en la sartén. Doramos 1 minuto por cada lado y luego las sacamos dejándolas escurrir sobre un papel de cocina un par de minutos.

4. Cuando tengamos todas las torrijas hechas las ponemos en un plato y espolvoreamos con azúcar por encima. Después solo nos queda disfrutar.